Soy introvertida... ¡y no pasa nada!

"Durante mucho tiempo, pensé que la introversión era un defecto. Que tenía que hablar más, salir más, que me gustaban las multitudes... Pero con el tiempo, llegué a comprender que mi energía se recarga en la tranquilidad, que mi fuerza reside en escuchar y reflexionar". Un pensamiento escuchado en terapia y compartido por muchos de los llamados introvertidos".

En una sociedad que valora la desenvoltura social, la extroversión y la espontaneidad, ser introvertido puede parecer a veces un obstáculo. Quizá ya hayas sentido esa presión por ser "más sociable", hablar más, salir más... como si tu tranquilidad y reserva fueran un obstáculo.

Pero la introversión no es una debilidad ni un defecto. Es una forma de ser, una manera natural de funcionar que tiene muchos puntos fuertes.

Comprender la introversión

Ser introvertido no significa ser tímido o antisocial. La introversión es simplemente una forma diferente de recargar energía. Mientras que un extrovertido encuentra el equilibrio en estar rodeado de otras personas, tú puedes necesitar momentos de soledad para recargar las pilas.

Algunos rasgos comunes de los introvertidos :

• Aprecias los intercambios profundos y auténticos más que las conversaciones superficiales.
• Necesitas tiempo a solas para volver a concentrarte después de una intensa interacción social.
• Escucha atentamente y observa antes de hablar.
• Tu silencio no es un vacío, sino un espacio para reflexionar y sentir.

Aceptar su introversión: un camino hacia la plenitud

En lugar de luchar contra tu naturaleza, ¿por qué no aprendes a aceptarla y convertirla en una fortaleza?

¿Y si convirtieras tu introversión en una ventaja?

Ser introvertido también significa tener una rica vida interior, una sensibilidad especial y una capacidad para conectar profundamente con uno mismo y con los demás.

Así que, en lugar de intentar cambiar quién eres, ¿por qué no celebrar lo que te hace único?